25 de octubre de 2025
Los teléfonos se han convertido en el principal desafío de gestión del aula, según el Pew Research Center.
Una encuesta reciente en Estados Unidos revela que la mayoría de los docentes de secundaria considera el uso del celular en clase un problema serio. Analizamos qué implica este dato y cómo puede abordarse desde las instituciones.
El Pew Research Center publicó en 2024 un informe donde 7 de cada 10 profesores de secundaria afirman que los celulares son la principal fuente de distracción en sus clases.
Muchos docentes describen cómo la atención de los estudiantes se fragmenta, y cómo incluso los más responsables terminan interrumpiendo el flujo de la clase por mensajes o notificaciones.
El estudio no solo refleja una preocupación tecnológica, sino también una sobrecarga emocional y cognitiva en los alumnos.
Las interrupciones constantes reducen la retención de información, alteran la dinámica grupal y aumentan el cansancio mental tanto de los estudiantes como de los educadores.
Frente a este panorama, soluciones como MotivEd ofrecen una alternativa práctica y pedagógica: mantener los teléfonos presentes, pero fuera del alcance visual, generando un entorno de mayor foco y tranquilidad.
El cambio no requiere grandes inversiones ni infraestructura: solo una decisión institucional clara y acompañamiento educativo.
“No se trata de prohibir la tecnología, sino de enseñar a usarla con intención.”

